La vida son estos pasos. Dolor y significado. Permanencia. Caminas a ritmo ligero, pero con la mente serena, sosegada, y adormecida. Pareces perderte en cada paso, vas saltando de unos recuerdos remotos a este presente inmóvil, los unes irremediablemente; en ellos estás tú. Los atas al silencio de una sonrisa que siempre estás presta a regalar. Y regresas a aquel tiempo, a tus pasos de niña sobre este sendero misterioso. Yo ya caminé muchas veces este sendero, te dices. Hoy, después de mil años, has vuelto. Te dejas llevar por aquellos pasos y lo haces sobre los de ahora. Fin y principio. Pasos que eran la certeza de lo que aún estaba por venir. Entonces caminabas e inventabas. Hoy lloras y rezas. Entonces era el principio, y luego el final; una casa abandonada. Allí te dejabas arrastrar por la imaginación. Tiempo ilimitado. El futuro estaba por inventar, cosido siempre a las puntadas del deseo, a aquello que secretamente esperabas, en silencio. Hoy es al revés. Hoy lloras la ausencia de un principio. Hoy estás en el fin, y anhelas poder aferrarte a un principio, poder regresar al inicio de la mirada.
El ayer es futuro. Caminas por el rastro de aquel tiempo, por sus huellas sin olvido. El día es recio. Y tú lloras, eres una gran incógnita en ese escenario. Lloras y te dejas absorber por el paisaje. El cielo está cubierto de nubes rotundas y grises. El viento se mueve con absoluta desolación, con inquietud. Es inquebrantable. Observas el sonido furioso de los árboles que delimitan ese pequeño sendero. Significado. A cada paso vas siendo gemido y significado. De un momento a otro romperá por fin el día. Estallará la tormenta. Se romperá el hechizo y podrás mirar tu fin. Podrás mirarlo para poder delimitar tu partida. Fin y principio. Cuando estalle el día, comenzarás de nuevo. Llevas tu mano hacia tu rostro, hacia tu cabello y acaricias con un gesto infantil tu pelo corto y totalmente gris. Eres una mujer de pelo gris. Una mujer que llega a una casa abandonada cuando estalla una hermosa tormenta. Te sientas en el mojón que permanece exacto a tu recuerdo. Eres capaz de volver a oír los sonidos que en ella un día habitaron, sonidos escondidos, misteriosos y cálidos que siempre sorprenden cuando la imaginación es poderosa. Allí están también los pasos de tu infancia. Ves volver, ves regresar tu infancia, a todo lo que se fue con ella, y a todo aquello que quisieras hoy poder tocar. Un segundo. Un minuto. Una hora. Te despides de tu hija, del sonido de su bicicleta, de sus dos coletitas jugando con el viento, de sus sueños a través de tus sueños de niña. Ya no hay tiempo. No queda. Fin. Vuelves a tocar tu cabello gris, lo haces suavemente mientras lloras rabiosamente. Después, te quedas inmóvil, gris y ausente. Tu presencia es esa roca en la que has ido a sentarte. Y desde tu vacío, puedes por fin pronunciar la palabra inicio. Hoy es el principio. Y tendrás que volver a ver tu mundo, verás regresar a tu lado todo aquello que siendo un mundo, rozó tu alma. Dolor, significado, permanencia. Hoy es el principio.
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"Esa magia que nos mantiene encadenados a nuestro entorno, se quiebra, y lo hace sin que sepamos por qué causa, y nos sentimos solos frente a un mundo sólido. Es la soledad del hombre que se siente confundido respecto a su destino. Es la ley del sufrimiento humano, su condena, que es al mismo tiempo una esperanza."
María Zambrano.